Para una buena conservación es aconsejable dejar las flores un par de horas con los tallos completamente sumergidos en agua. Después colocaremos el ramo en el jarrón y arrancaremos las hojas que queden sumergidas en el agua, cortando el extremo de los tallos en bisel.

Para un mantenimiento óptimo se debe evitar que les dé el sol directo y no se tienen que exponer a corrientes de aire ni a temperaturas muy altas, se debe evitar el ambiente seco. Las flores tendrán más durabilidad si por la noche se sacan al balcón o la ventana, siempre que no haga mucho frío.